Corta las naranjas en rodajas finas, tratando de obtener secciones uniformes. Retira las semillas de las rodajas, si las hay.
3. Blanquea las rodajas de naranja:
En una cacerola grande, pon a hervir suficiente agua para cubrir las rodajas de naranja. Cuando el agua hierva, agrega las rodajas de naranja y déjalas hervir durante unos 5 minutos. Esto ayudará a eliminar el amargor de la cáscara.
4. Enjuaga y repite:
Escurre las rodajas de naranja blanqueadas y enjuágalas bien bajo el chorro de agua fría. Repite este proceso de hervir y enjuagar tres veces en total. Esto ayudará a que las rodajas de naranja sean más dulces y menos amargas.
5. Cocción a baja temperatura:
Coloca las rodajas de naranja en una bandeja para hornear forrada con papel de pergamino, asegurándote de que estén espaciadas entre sí. Coloca la bandeja en el horno precalentado a 90 °C y cocina las rodajas de naranja durante aproximadamente 2 a 3 horas. Este proceso lento y a baja temperatura secará las rodajas de naranja sin quemarlas.
6. Aromatizantes (opcional):
Si quieres añadir un toque extra de sabor a tus rodajas de naranja confitadas, puedes añadir especias como canela, clavo de olor o extracto de vainilla. Espolvorea ligeramente las rodajas de naranja con tus especias favoritas antes de colocarlas en el horno.
7. Almacenamiento:
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